El Salón Noble del Cabildo de Tenerife acogió el acto conmemorativo del 25 aniversario de la Fundación Don Bosco, con la presencia de la presidenta, Rosa Dávila, el director general de la Fundación, Ignacio Vázquez de la Torre Prieto, la consejera de Acción Social, Águeda Fumero, y varios miembros de la corporación insular.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, resaltó “el compromiso de los hombres y mujeres de la Fundación durante estos 25 años, que han dedicado todo su esfuerzo a atender a las personas más vulnerables de nuestra sociedad”, convirtiéndose en “un faro de esperanza y oportunidades para aquellos que más lo necesitan, brindando un hogar seguro y acogedor a niños y niñas que han pasado por situaciones difíciles”.
Dávila puso de manifiesto que “la Fundación Don Bosco genera oportunidades y transforma vidas”.
Por su parte, la consejera de Acción Social, Águeda Fumero, se sumó a las felicitaciones por el aniversario de la Fundación, y agradeció su trayectoria durante este cuarto de siglo. Fumero resaltó la colaboración entre la Fundación y el IASS, concretamente en lo que tiene que ver con la atención a menores y quiso poner en valor “el trabajo en red, porque gracias a las entidades del tercer sector podemos llegar a donde la administración no puede llegar”.
La Fundación Don Bosco es la presencia salesiana más joven en la isla de Tenerife. Se trata de una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en pro de niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad, atendiendo también las necesidades de sus familias y la de otros grupos en situación de vulnerabilidad. Atendió en 2023 en diez municipios de la isla de Tenerife a más de 3.000 personas en situación de vulnerabilidad social, ofreciéndoles atención residencial, formativa y social.
De manera prioritaria, la entidad salesiana, en la que trabajan 130 profesionales, desarrolla su labor en los municipios tinerfeños de La Orotava, Los Realejos, Puerto de la Cruz, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, El Rosario, Candelaria, Arona, Adeje y Granadilla.
La presencia de ésta fundación salesiana entre los colectivos más desfavorecidos de la isla no sería posible sin la red de apoyos que Don Bosco ha tejido en Tenerife donde cuenta con 89 personas benefactoras y voluntarias que ofrecen apoyo jurídico, residencial, laboral y económico a las personas beneficiarias. Tampoco sería posible sin el trabajo en red con más de un centenar de agentes de entidades y administraciones. Asimismo, sin las ayudas recibidas de las distintas administraciones, como Gobierno de Canarias, Cabildo Insular, consistorios locales, así como entidades privadas (Obra Social La Caixa, Rotary Club, Club de Leones). Todo ello permite que la Fundación Don Bosco contribuya con fondos o servicios propios en todos los proyectos en los que se hace presente.
Una intervención creciente en la isla de Tenerife
El programa de atención residencial adquiere una marcada importancia en la isla. En 2023, 65 niños, niñas y adolescentes tutelados han vivido en cinco recursos residenciales gestionados por la entidad.
Además, la Fundación Don Bosco impulsa desde 2012 el programa de atención a jóvenes mayores de edad que presentan problemas de acceso a la vivienda, gestionando actualmente 7 pisos de autonomía donde se ofertó un techo y un itinerario de emancipación a 91 jóvenes. Asimismo, atendió a 98 jóvenes a través de dos proyectos de acompañamiento a jóvenes en situación de calle.
El programa de inserción-socio laboral es el que favorece a un mayor número de personas, pues las iniciativas para obtener empleo ayudaron en 2023 a 983 personas en Tenerife a conseguir un puesto de trabajo. Todo ello gracias a una estrecha relación con más de 200 empresas en la isla.
Como elemento innovador en este programa cabe destacar la primera Escuela de Segunda Oportunidad acreditada en Canarias, nueva figura de intervención recogida en la ley de Formación Profesional.
El programa socioeducativo plantea acciones de apoyo para niños, niñas y jóvenes en situación de vulnerabilidad. En este programa destaca la gestión de recursos especializados para jóvenes que actualmente no estudian ni trabajan y se encuentran en situación de vulnerabilidad social, denominadas Escuelas Prelaborales, que ha permitido al 66% de las personas jóvenes atendidas retomar los estudios o iniciar un proceso de inserción laboral. Junto a ello, en este programa se encuentra la gestión de recursos de prevención para la infancia (Servicios de Día, Centros abiertos, …) y el proyecto de atención a unidades familiares perceptoras de la Prestación Canaria de Inserción.
Entre los proyectos de esta área de intervención destaca especialmente el trabajo en red. Concretamente, el Proyecto en Red para la integración de Don Bosco, que genera espacios de participación en los que participan más de un centenar de personas técnicas de tres sistemas (sistema educativo, sistema de bienestar social y sistema de empleo) que estructuran intervenciones en torno a un itinerario común.
Datos generales de la Fundación Don Bosco
La Fundación Don Bosco es una organización sin ánimo de lucro de ámbito estatal de la Iglesia Católica, impulsada y promovida en el año 1998 por la Congregación Salesiana y los grupos de la Familia Salesiana para canalizar los proyectos de intervención social de la Inspectoría Salesiana en Andalucía, Canarias y Extremadura.
En sus 25 años de actividad, ha atendido a más de 300.000 personas, a través de 2.550 proyectos y gracias al apoyo de más 2.500 personas, entre voluntariado y personal técnico.
Retos de futuro de la Fundación Don Bosco en Tenerife
Tres son básicamente los retos detectados por la Fundación Don Bosco: los jóvenes sin familia y sin red social. Participar en el impulso de una red residencial de atención a jóvenes mayores de edad en situación de vulnerabilidad (jóvenes sin techo) es prioritario para nuestra entidad. Una red construida de forma conjunta entre las distintas administraciones y las entidades del Tercer Sector.
Otro de los retos planteados son las fórmulas innovadoras e integrales que favorecen la inserción sociolaboral de jóvenes. Las crecientes dificultades que presentan los y las jóvenes en su proceso de inclusión social y laboral precisa de fórmulas innovadoras. La Fundación desea impulsar la implantación de fórmulas innovadoras e integrales en el trabajo con los jóvenes más desfavorecidos, como son las Escuelas de Segunda Oportunidad, recogida en la nueva ley de formación profesional.
Y finalmente, el trabajo en red en torno a los jóvenes más desfavorecidos. Afianzar el trabajo en red para la inserción sociolaboral de jóvenes participando en la implantación de herramientas que impulsen el trabajo en red entre agentes, del sistema educativo, del sistema de bienestar social y del sistema de empleo.